De vuelta y media vais a ponerme en cuando leáis que he reanimado este blog moribundo de forma definitiva. Incrédulos que recordáis esto de... [¿cómo era? ¡Ah! ¡Sí!] "Recupera el latido un blog que llevaba más de tres años en stand by", dejad de asentir como si ya supieseis que después de esta entrada no habrá ninguna otra. Eso es lo que dije hace casi dos años y, vale, no encuentro manera de justificarme. Reconozco que me falta fuerza de voluntad o constancia, o ambas cosas. Y otras tantas...
Pero por suerte no le he cogido gusto a esto de estar en coma digital. Así que, aquí me encuentro, frente a la 'página en blanco' del editor de textos. Y como vuelvo a no saber por dónde empezar porque todo ha cambiado mucho, retomaré el hilo por aquellas cosas que no lo han hecho.
Granada sigue siendo el lugar desde donde escribo, en el que trabajo, el lugar que tienes que marcar como destino si vas a comprar un billete para venir a verme. Je! Una ciudad que te envuelve con luz mágica, que siempre se guarda algún rincón para no dejar de sorprenderte. Puedo decir que hay un antes y un después desde que el destino me situó en el fin de semana más largo de mi vida, hay una Claudia diferente. Ahora también hay nuevos retos, nuevos planes, nuevos horizontes... ¡Y muchas ganas de compartirlos!
Con 'Positively 4th Street' - Bob Dylan en los auriculares, pájaros en la cabeza y mariposas en el estómago. Señores, ¡soy feliz!