domingo, 30 de septiembre de 2007

"Se acerca el Otoño...

... y en Madrid las estrellas no se ven."

Por más que miro al cielo, nada. Ni una. ¡Es una lástima! Y más ahora que, tumbada en el suelo, sé encontrar entre tantas otras la constelación de Cassiopeia o distinguir el Triángulo de verano. Terminaron ya las lluvias de Perseidas y el tiempo de pedir deseos por cada una de ellas... ¡Bienvenido Otoño! Ahora sólo queda esperar a que se cumplan los que pedimos o al menos, esperar hasta el próximo verano.

Anoche, cena de despedida, de celebración de cumpleaños atrasados y de ¡porque sí!. Ahora estoy otra vez aquí, en mi habitación vacía por el momento (y ordenada también por el momento). Comienza el nuevo curso... Echaré de menos a mi gente, echaré de menos Soria y su cielo, echaré de menos la vida tranquila y estos días de vagueo y pocas responsabilidades, sin tener que estudiar, que cocinar o hacer las cosas de la casa, echaré de menos los ratos en el SotoPlaya, estar en el río en media hora y echaré de menos la radio también!

Esta tarde he vuelto a pasear por las calles que son mías durante el curso, me he tropezado con las primeras caras conocidas y he dicho adiós con la mano al ver alejarse el coche. Hoy comienza mi andadura 2oo7/2oo8, con retos como los perpetuos "lo llevaré todo al día" o "dejaré de morderme las uñas" y otros que no diré por si no los consigo...

- ¿Estás preparada?
- ¡Sí!

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Me cuesta tanto...

Hay cosas que no entiendo.

Y creo que no entenderé nunca. No sé por qué hay personas empeñadas en darse una y otra vez contra el mismo muro, en lugar de intentar saltarlo. Estoy cansada de tender la mano. Estoy harta de hacerme ilusiones que se desvanecen poco a poco. Me entristece ver que el tiempo pasa y todo sigue igual... La solución no está a mi alcance.

Muy pocos conocéis el motivo de esta entrada. Pero me siento decepcionada y por ahora la única forma que tengo de protestar es quedarme callada. Paradójico, ¿no? Para mí, supone un esfuerzo realmente importante y algo que sólo hago cuando las cosas me duelen (mucho).

¿Una respuesta infantil? Puede ser, pero es la mía. Callarme cuando me gustaría gritar. ¡Todo esto es injusto! [Gritaré algún día.]

domingo, 16 de septiembre de 2007

¿Cuántos van?

Uno, dos, tres...

Acabo de poner un contador de visitas en el blog y no sé si esto servirá para animarme o para todo lo contrario.

Veremos lo que dura...

viernes, 14 de septiembre de 2007

Pierdo el tiempo

¿Tendrá algo que ver no llevar reloj nunca?

Puede ser... Pero perder el tiempo es algo que hago muy a menudo y con una facilidad pasmosa. Necesito aprender a priorizar. ¡Y necesito aprender ahora! Estoy harta de tener que posponer o cancelar cosas por no "haber tenido tiempo" para prepararlas, sobretodo cuando antes me he dedicado a no hacer nada. También de ir con los minutos contados a los sitios o de llegar tarde siempre...

Claudia en estado puro... Pero intentado corregirse... Jejeje!

Y aquí, una canción que está sonando en la radio ahora mismo y que no podía venir más a cuento:

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Pequeños detalles

Esos que conseguían arrancarme una sonrisa!

Y que todavía la dibujan en mi cara, eh? No sé por qué, pero hoy tocaba turno de recuerdos. Ay... Algunos de hace ya tiempo y otros de hace no tanto, pero todos llenos de cariño. Y aunque tengo buena memoria, seguro que me dejaré muchos...

No hay un orden concreto...


Las rosas de los sábados, sobretodo, si son moradas. Ir al cine a ver una peli mala, pero ir contigo. Escuchar “M” en la radio y saber que cinco segundos antes estabas dedicándomela. Tu colonia. Libros dedicados. La luz de las farolas desde tu ventana. Un graffo con mi nombre. Enredar con el aro de tu oreja. Muchos billetes de autobús. Esas tres rosas en mi cumpleaños, cuando estaba tan lejos de casa. Reirnos hasta que la tripa duele. La Dehesa a cualquier hora. Quique González. Pétalos de margaritas deshojadas en un sobre. Probarnos corbatas. Los toques de la bibliotecaria. Tus dibujillos entre los apuntes. La entrada de la presentación del último disco de Marea. Ron con cocacola. El fotomatón de tu barrio. Hadas. Las piedras de la playa. Compartir un paraguas. De noche, la Gran Vía. Cientos de canciones. Las notitas en los bolsillos traseros del pantalón. Llamadas a las seis de la mañana. El montón de pendientes que he ido coleccionando. Música en directo. Esa carta que comienza: Mirándote mientras dormías... Un beso en el cuello. Conversaciones absurdas en cualquier medio de transporte público (el metro, mi preferido). Fotos con los ojos cerrados...

Y tantas otras cosas...