Pero no le dejé. Porque el juego entre azules, morados, rojos y naranjas debía continuar sobre las piedras de la fachada, repasando el arcoiris. Porque es Navidad y porque a Madrid le sienta bien esta época.
Y porque no quiero un recuerdo empañado. Gracias.
He dedicado muchas energías a levantar un ánimo que está a gusto por los suelos, que pasa de aceptar compromisos de esas manos que esperaron tendidas tanto tiempo... Y estoy cansada. Cansada de escuchar esa voz al otro lado del teléfono, esos 'te quiero's etílicos que no vienen a cuento, las miiiiismas histooooorias sieeeeempre.
[Aunque no lo creas, es muy fácil sacarse de encima ese gris mohoso del que vive permanentemente entre días de lluvia. Agarra una cajita de lápices de colores y empieza a ponerlo todo bonito. ¡Venga!]
Entre el tráfico, suena Braver Soldier - Russian Red y la cola para montar en el Navibús es taaaan larga que lo dejaré para otra ocasión.